Las Madres hemos recorrido un largo camino que se inicia un 30 de abril de 1977, en plena dictadura militar, a instancias de Azucena Villaflor de De Vincenti, cuando catorce mujeres hacen pública la desaparición forzada de sus hijos a través del accionar genocida del terrorismo de Estado.

lunes, 24 de agosto de 2015

Declaración de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora: ¡NO A LA RECONCILIACIÓN! ¡NI OLVIDO NI PERDÓN! JUSTICIA CONSTITUCIONAL

Los años van pasando, pero los principios fundadores que nuestro movimiento ha mantenido durante la dictadura y la transición democrática –Justicia y Verdad a través de la Memoria- siguen vigentes.
Siguen también vigentes las palabras de Julio Cortázar en su discurso de apertura del Coloquio de Abogados de Paris realizado en enero de 1981 para tratar el crimen de lesa humanidad que es la desaparición forzada de personas:

(…) Y si toda muerte humana entraña una ausencia irrevocable, ¿qué decir de esta ausencia que se sigue dando como presencia abstracta, como la obstinada negación de la ausencia final? (…). Aquí, en esta sala donde ellos no están, donde se los evoca como una razón de trabajo, aquí hay que sentirlos presentes y próximos, sentados entre nosotros, mirándonos, hablándonos. El hecho mismo de que entre los participantes y el público haya tantos parientes y amigos de desaparecidos vuelve todavía más perceptible esa innumerable muchedumbre congregada en un silencioso testimonio, en una implacable acusación. Pero también están las voces vivas de los sobrevivientes y de los testigos (…).

(…) Hay que mantener en un obstinado presente, con toda su sangre y su ignominia, algo que ya se está queriendo hacer entrar en el cómodo país del olvido; hay que seguir considerando como vivos a los que acaso ya no lo están pero que tenemos la obligación de reclamar, uno por uno, hasta que la respuesta muestre finalmente la verdad que hoy se pretende escamotear. Por eso este coloquio y todo lo que podamos hacer en el plano nacional e internacional, tiene sentido que va mucho más allá de su finalidad inmediata; el ejemplo admirable de las Madres de Plaza de Mayo está ahí como algo que se llama dignidad, se llama libertad, y sobre todo se llama futuro.

Cortázar nos ve como signo de futuro. No lo defraudamos. Contra los irresponsables y vanos intentos de instalar una imposible reconciliación entre quienes sufrieron el terrorismo de Estado y quienes lo perpetraron, repetimos y lo seguiremos haciendo:

¡NO A LA RECONCILIACIÓN!
¡NI OLVIDO NI PERDÓN!
JUSTICIA CONSTITUCIONAL



Buenos Aires, agosto de 2015